viernes, diciembre 08, 2006

Mi primera experiencia con el TranSantiago.

Normalmente no utilizó el sistema de transporte público que circula por la capital, de este solo ocupo el metro y la locomoción sub urbana hacia el poniente de Santiago que va a la Provincia de Talagante. Bueno hace 2 días tuve una experiencia que me dejó algo preocupado, me subí a esas máquinas verdes del TranSantiago, subí con temor a tener que bajarme por no tener el dinero justo para cancelar el pasaje, mis hijos me habían advertido de esta situación. Pero antes de subirme, mi problema se redujo a saber que recorrido abordar,pase varios minutos para saber que tomar para dirigirme hacia mi destino, y esto debido a que los letreros que traen adelante en la ventana frontal y lateral son poco claro y uno no alcanzaba a ver el recorrido, por lo tanto no podía saber cual de todos los microbuses que pasaban me servía, así pasaban los minutos hasta que paro uno a dejar pasajero y pregunté ¿Señor, esta me deja en el Hospital J.J.Aguire?, el chófer me contestó negativamente y seguí interrogando a los siguientes hasta que uno me contestó afirmativamente, prestamente subí y me encontré con un chófer que me miraba en forma extraña al expresarle ¿como cancelo?, y torpemente le expliqué que hacía tiempo que no tomaba locomoción y no sabía como operaba el sistema, el señor muy amablemente me indicó una máquina que parecía un robot, con un dispositivo para dejar monedas y un torniquete que giraba cuando uno pagaba, lo cual permitía acceder al pasillo; me metí la mano al bolsillo y saqué todas las monedas que andaba trayendo y miré al conductor con cara de desesperado, él solícitamente me dijo ¿tiene una moneda de diez pesos? yo respondí sí, él entonces me dijo introduzcala y ponga una moneda de $500 o 4 monedas de $100 y la máquina la va a dar el vuelto, metí una de $500 y me devolvió $150 por lo tanto el pasaje me costo $360, posteriormente empuje el torniquete y pase al interior del bus, había un pasillo amplio y asientos al revés o sea mirando hacia atrás, y otros en la forma tradicional, calculé que había gran espacio para llevar pasajeros de pie y menos asientos que en las micros amarillas. Seguí avanzando y me encuentro que hay desniveles al interior del bus, pensé en mi madre, una mujer mayor que gusta de andar en micro para hacer sus 'diligencias', pensé en personas con discapacidades, me pareció que en ese aspecto era mejor que lo que teníamos en nuestras sucias micros amarillas, divisé que se desocuparon 2 asientos y me dirigí hacia no de ellos y cual fué mi sorpresa, eran "duros como palo", y el bus no tenía un transitar tranquilo andábamos a tirones, ilusamente espero que cuando arreglen las calles este transitar sea más 'suave' pero lo asientos seguirán siendo duros.

Recuerdo cuando el Intendente Trivelli esperaba poner a Santiago como una de las capitales más grandes del mundo y una de las aristas que poseía nuestra capital era el sistema de transporte público, y para eso se implementó el TranSantiago. Nuestras autoridades viajaron a Estambul, París, Bogota, y no se a cuantos lugares más, y eso está bien porque hay que conocer como se hacen las cosas en otros lugares para nosotros hacerlas "mejor", pero después de conocer por dentro el TranSantiago no sé si el remedio es peor que la enfermedad, por que después de conocer la información de los Troncales, los alimentadores, el metro que espera duplicar la cantidad de personas a transportar cuando ahora en las horas de más alto transito uno se sube a un carro con dificultad peleando el centímetro cuadrado, pero dicen que con 11 trenes más todo está solucionado.

Ahora el otro problema más cercano es poder interpretar el plano de los diversos recorridos que se implementarán, el plano me recuerda al Laberinto del Minotauro, el cual devoraba a 7 jóvenes atenienses que eran introducido en el laberinto cada año, nuestro plan se devorará a los santiaguinos durante los 7 días de la semana , que se verán obligados a sumarse a este programa; que a todas luces se ve, que será una caos hasta que se logré ajustar.

A mi parecer tendremos bastante tiempo para lograr ser una ciudad de orden mundial, solo creo que hay que tener paciencia y mejor presupuesto porque esto será más caro para el bolsillo de todos los santiaguinos, más incomodo, pero dicen que más rápido, si es que logra subirse a uno de esto elementos que componen la nueva red de transporte publico.

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