Las dos cara de la moneda.

Hoy día 12 de diciembre del 2006, me ha quedado muy en claro que la reconciliación en nuestro país es muy difícil.

Me duele ver que con gran pompa el ejercito de todos los chilenos, se preste para presentar un espectáculo como el que vimos hoy día. Donde el capitán, Augusto Pinochet Molina, delibera en publico pasando a llevar el mando del mismo general en jefe del ejercito presente en el acto. Y al mismo tiempo, me es más difícil aceptar que esto no estaba en conocimiento por algunos mandos ya que en la programación inicial no estaba incluida la perorata del nieto del dictador, y lo que es más incomprensible entender, que pase esta situación en la institución más jerarquizada del país.
Por el otro lado de nuestra sociedad, en la plaza de la Constitución se estaba recordando la memoria del presidente Salvador Allende, situación que derivó en el clamor del pueblo por la justicia que nunca llega y que se ve mucho más lejana con la muerte de Pinochet. El clamor se transformó en un festejo que estuvo a punto en transformarse en desmanes, a los cuales ya nos estamos a costumbrando a presenciar después de alguna manifestación.

Hemos visto los dos lados de la polarización de nuestra sociedad, y al ver a muchachos muy jovenes en ambos bandos, me doy cuenta de que tiene que seguir pasando mucho más agua bajo el puente para superar las diferencias y creo que esto nunca se superará si recordamos la rivalidad entre O'higginistas y Carreristas, parece que estos tipos de rivalidades en nuestra sociedad nos han acompañado desde muy temprano en nuestra república.

Por todo lo anterior, creo que solo avanzaremos cuando sepamos donde estan los cuerpos de los desaparecidos, es su defecto saber que pasó con ellos y personalizar los culpables porque todos los chilenos sabemos quienes son los responsables.