Un pasito aquí, otro más allá y un camino largo......
Debemos recordar que en 1908 la Oficina Central de Estadística confeccionó una lista valorada de propietarios rurales basada en el rol de avalúo de cada propiedad. La pequeña propiedad fluctuaba entre un avalúo de 1.000 y 10.000 pesos, la mediana entre 10.000 y 100.000 y la grande sobre 100.000.
En la década del 40 los trabajadores rurales iniciaron la lucha por mejorar las condiciones de vida y los salarios, luchas que recién dieron fruto en la década de 1960 y más específicamente en 1967, durante el gobierno de don Eduardo Frei Montalva, cuando se intensificó la presión por reformas en el campo. El proceso de reforma agraria afectó a la mayor parte de la superficie agrícola de las grandes propiedades, dejando al propietario la posibilidad de una reserva, si cumplía con los requisitos que estipulaba la ley. Esta reserva no podía exceder 80 hás. de riego básico, patrón de medida fijado de acuerdo a las tierras del valle del Maipo (INE, 1999).
Bueno, todo lo anterior es una reseña histórica para recordar que grandes luchas se han dado en nuestro país para evitar la concentración de la tierra por algunos pocos. Actualmente, estamos enfrentados a una incongruencia histórica, Douglas Tompkins posee una gran concentración de tierras, que impide la continuidad territorial de nuestra nación, hemos esgrimido por años que Chile no le puede dar una salida al mar a Bolivia a no ser de mutuo acuerdo con Perú y sobre la ciudad de Arica, por que de no ser así, nuestro territorio quedaría dividido en dos, y ¿que hace el parque Pumalín?, tiene al país dividido en dos, impidiendo que se haga una carretera que permita llegar con el progreso a puntos tan remotos como Palena.
Ya en el año 2001, Gobernadores, alcaldes y el mismo intendente, Iván Navarro, pedían que no continuara con la compra de tierras hasta que se decida lo que pasará con la fundación chilena que se hará cargo del parque Pumalín. Según informaron, Tompkins accedió a hacerlo salvo en el caso de cuatro pequeño predios que estaban en proceso de compra. Por otra parte, el senador demócrata cristiano Sergio Páez y el diputado UDI, Claudio Alvarado, con el respaldo de los todos los parlamentarios de la zona, manifestaron al ministro secretario general de la presidencia, Alvaro García, sus aprehensiones sobre lo que llaman “afán expansionista del extranjero”, aludiendo claramente a Tompkins. En esa oportunidad, Páez dijo que la comunidad está nerviosa por los avances en las compras de terreno, pues ven en peligro su permanencia en esta zona. El diputado Alvarado dijo que es preocupante cuando una persona posee el 50 por ciento de una comuna y el 25 de una provincia, porque pone el riesgo la soberanía, la continuidad de territorio y el desarrollo de las fronteras interiores.
A las aprensiones que suscitaban la compra de terrenos por el magnate norteamericano se expresaba otros temores, en Julio del 2001, el subsecretario de aviación, Nelson Hadad, entregó un informe a la comisión de medio ambiente del senado en el que se desprende que las Fuerzas Armadas no son partidarias de la declaración de “Santuario de la Naturaleza” del Parque Pumalín. Hadad manifestó el temor de las FF.AA. sobre la garantía de libre tránsito, continuidad de las comunicaciones, control y protección de fronteras y de espacio aéreo. Los comandantes en jefe consideran que dada la naturaleza del territorio señalado, se podría generar una discontinuidad geográfica importante en un territorio fronterizo y de importancia estratégica. También estiman que no hay garantías suficientes para el cumplimiento de los acuerdos adoptados por la fundación Pumalín y temen que las posibles controversias con Douglas Tompkins puedan terminar con la intervención de Estados Unidos.
Todo lo anterior, ilustra que a poco andar los temores se hacen realidad, y si ha esto le sumamos la compra, por parte del millonario Tompkins, de grandes extensiones en Argentina, en las mismas latitudes de Pumalín, no da para pensar que las intenciones conservacionistas del magnate esconden un objetivo mayor como quedarse con recursos estratégicos, como el agua.