Yo marcho junto a mis hijos

Estudié hace muchos años, en un colegio que poseía una sala de geografía que nosotros llamábamos sala de mapas, donde veíamos todos las configuraciones y proyecciones de la tierra, si corría los años 60, junto con eso teníamos una sala de biología donde sapos y ratones debían ser estudiados hasta el más mínimo detalle, y si alguno nos gustaba la música teníamos la sala de música con su piano y sus tarimas para el coro, y por si fuera poco, existían laboratorios de física y química separados, junto a los talleres de trabajos manuales para hombres con bancos de trabajo para cada alumno y sala de costura y bordado para niñas. Poseíamos biblioteca, donde nos enseñaron hacer fichas y ademas por horario poseímos 2 horas a la semana de biblioteca.Y ademas de un gimnasio maravilloso para jugar basquetball o volleyBall, con diversos aparatos, con capacidad de asientos para unos 800 alumnos. No quiero dejar de acordarme de su casino donde nos daban diariamente un tazón de leche caliente. Y si todo esto fuera poco el sistema obligaba a que cada alumno se integrara a un comité que hacía funcionar este centro educacional, existía el comité de ciudadanía encargado del orden, conservación del material, asistencia y para no latear, habían muchos más. Junto a toda la estructura de funcionamiento de la organización existía la directiva de curso que hacía valer el horario de consejo de curso donde los alumnos eran los reyes de esa hora y el profesor un elemento más de la asamblea.

Este colegio quedaba en la actual comuna de Independencia, plena zona de clase media-media, donde uno tenía compañeros de Las Condes o de sectores campesinos cercanos a Santiago, hijos de médicos como de asesoras del hogar. Y todo esto era GRATIS, donde nos entregaban maravillosos textos que aún conservo y que alguna vez mis hijos consultaron. Como añoro mi Liceo Experimental Gabriela Mistral, que el gobierno militar hizo desaparecer su esencia y posteriormente la municipalización terminó ese maravilloso proyecto.

Por todo esto junto a mis esposa marchamos para que algún día se pueda soñar gratis en un futuro sin importar la condición social, y por mi experiencia se que se puede obtener educación GRATIS y de calidad en el Chile de hoy.