Multiculturalidad, el problema del sigo XXI

La multiculturalidad es un problema que se nos va a venir encima, a pesar que los inmigrantes que recibimos hablan nuestra misma lengua, la diferencia radica en las costumbres que traen y tratan de imponerla, y no faltan los connacionales que defienden situaciones que no corresponden, la prueba mas clara es ver como está nuestra catedral y lo alrededores de la plaza de armas, ahí se ve un choque cultural al que los chilenos no estábamos acostumbrados y en general nos molesta, pero la tolerancia puede ser identificada como una pasividad que permite que los inmigrantes se tomen zonas de la ciudad imponiendo sus costumbres, comer en la calle, riñas y maltratos. Este choque cultural se produce debido a que la gran cantidad de emigrantes que llegan no poseen un nivel de estudios similar a la media nuestra y a que ocupan nuestras plazas de trabajos, cupos de salud, educacionales, etc..

Debemos promover la inmigración de personas con mayor nivel de educación y esto se logra al ofrecer becas a extranjeros para que vengan a estudiar a nuestras universidades, somos solo 17 millones de personas y necesitamos hacer crecer la masa critica de nuestros habitantes, estamos rodeados de vecinos que nos triplican y más, si seguimos así, nos vamos a seguir llenando de problemas ajenos, debido que los que llegan deben darle techo y comida, con todo lo que conlleva eso en desmedro de los nacionales. La globalización ha producido un gran numero de movimientos humanos, que buscan mejores perspectivas en otros países e inclusos donde no se los quiere, por eso necesitamos un política clara y eficiente en este aspecto.

Esto puede sonar xenófobo, pero es una realidad que se debe asumir y generar políticas que permita una sana convivencia que salvaguarde la idiosincrasia del país, Francia a tomado la sartén por el mango y ha tenido que implantar políticas como la del velo típico islámico o gurkha, que ha traído una serie de problemas que se habrían evitado si antes se hubiesen creados políticas claras de inmigración que permitiesen ingresar al país de destino con normas, deberes y donde se otorguen posibilidades verdaderas a los inmigrantes con coberturas sociales que no los denigren y que los obliguen a entrar en caminos que están muy cerca de la delincuencia.