El adiós a un Toqui
Hace unos días falleció Guillermo Ossandón, para muchos este nombre no les dirá mucho, si yo digo Diego Carvajal tampoco les sonará mucho pero era el alias que usaba cuando lideraba el grupo MAPU-LAUTARO del cual él fue su formador en el año 1982, quizás uno no comparta sus métodos de lucha, pero hay que reconocer que si no fuesen por las organizaciones que se formaron en algunos lugares del país en especial en las poblaciones, los movimientos de protestas que nacieron desde las bases de nuestro pueblo no habría sido posible sacar al dictador. Todos aportamos un grano de arena para formar la montaña que se le vino encima a la dictadura, y un gran aporte vino desde este luchador, que si lo pensamos mientras unos estaban por la lucha armada y el aparato represor se preocupaba por ellos, habían otros que no estaban por esa vía pero podían realizar su trabajo organizativo con menos ojos encimas que lo reprimían pero no sin peligro. Con todo esto quiero decir que en la batalla de la recuperación de la democracia todos los actores cumplieron un rol aunque no compartiesen los mismos medios.
Por este medio quiero brindarle un homenaje a un hombre que fue consecuente con sus ideas y aunque no compartí sus métodos, siento que en algo me representó y quizás parte de su formación ignaciana, a pesar que fue expulsado del Colegio San Ignacio cuando cursaba su último año por escribir leyendas subversivas en los baños, y me quedo con lo que expresó el Monseñor Baeza, gestor de su indulto del cual dijo que fue un hombre consecuente y se fue reconciliado con el Señor y que compartía su "preocupación y anhelo por una sociedad menos injusta, más libre y en la que haya un lugar para todos, no para unos pocos".
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